Hoy Steve, nos abre su corazón para conocerle un poquito más, y mostrarnos como encaja para él la red de ayuda que se teje a nuestro alrededor en las asociaciones.
Hola soy Steve y ésta es mi historia con la diabetes. Como podréis deducir por mi nombre no soy de aquí, soy de Inglaterra y por eso cuando el día 20 de febrero 2014 oí: ¨sí, tes diabetes¨ no entendí muy bien lo que significaba. Tengo 37 años y mi debut fue un poco tarde, a los 28 años.
Cuatro meses después de mi debut ¡¡SORPRESA!!, mi hijo Rafa de 16 meses también fue diagnosticado con diabetes, para ser más precisos, el 23 de junio. Mi alerta fue la analítica de un preoperatorio (para sacarme las amígdalas) y a Rafa por una ligera pérdida de peso.
Siempre me han gustado los números más que las letras y sigo recordando después de casi 9 años, ya con alguna experiencia en glucemias por mi debut, que la noche cuando la diabetes volvió a llamar a la puerta de nuestra casa, mi hijo estaba en 382mg/dL y en urgencias 484mg/dL. Lloré 3 noches seguidas culpándome a mí mismo, pues entonces estaba convencido que lo había “heredado” de mí. Él es un dulce guerrero, valiente y fuerte con ya muchos pinchazos y sacrificios a su joven espalda.
A mí me encanta deporte en general. Empecé a jugar a squash y rugby a los 9 años en Inglaterra. En el colegio practicamos muchos deportes diferentes y menos el fútbol (no se me da tan bien), el resto me encanta. Hoy en día monto en bici cuando tengo tiempo o si no puede ser, voy a correr.
Siempre veo la diabetes como un maratón, pero un maratón SIN distancia, NI meta. Cada año para celebrar el día mundial de la diabetes (14 noviembre) hago un reto en bici. El primer año hice Vigo-Santiago-Vigo (185kms), el pasado 10 horas sin parar entre Vigo y Baiona (225kms) y ¡ya estamos maquinando el próximo!
En mi casa vivimos con la diabetes, pero nunca dejamos de hacer una vida normal por “culpa” de ella. Nos acompaña todos los días, no hay vacaciones, no hay tregua, pero aquí estamos conviviendo con ella día a día. Si vemos más allá se hace demasiado duro. Día a día se hace el camino.
Para todos los DT3 que estáis ahí fuera, sois las raíces de vuestros hijos, hijas, parejas madres, padres etc. Yo sé que sin mi equipo en casa no soy nada.
He tenido el privilegio de participar en el campamento de adultos en las islas Ons. He conocido a unos jóvenes maravillosos y llenos de vida, sólo un poco perdidos por falta de experiencia y de compartir la suya propia con quienes les pueden entender y ayudar. Con el poco tiempo tuvimos juntos, creo hicimos un grupo guay y espero que podamos volver a vernos de nuevo muy pronto.
Creo que acompañado esto se lleva mejor y que podemos aprender mucho unos de los otros.
No hay nada que una persona con diabetes pueda decirse a sí misma que yo no me haya dicho a mí mismo. A finales del 2020 gracias a ANEDIA y mi mujer encontré a una psicóloga y durante el proceso de mi depresión y ansiedad ¨Diabetes Burnout¨ me ayudaron. La carga psicológica de esta enfermedad es descomunal. Ahora estoy aquí para ayudar y contar mi historia. Vivir con diabetes puede ser agotador y es muy importante que nadie esconda ni sus sentimientos, ni su necesidad de
cuidados sanitarios, ni psicológicos. ¨ No estáis solos, nunca lo penséis”.
Somos nosotros mismos los únicos que podemos frenar la realización de nuestros sueños y objetivos.
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El apoyo psicológico que ha recibido Steve forma parte del programa SOMOS TIPO 1 subvencionado por la Deputación Pontevedra